El Maestro Arroyo en El Carmen

Uno de los mejores baluartes que han pasado por El Alfar es el maestro Francisco Arroyo, una de las mayores insignias de Talavera, que realiza el catálogo en el que se basará posteriormente El Carmen.
La participación de Arroyo en la fábrica fue más allá del diseño de las piezas y realizó también los moldes, lo que en el argot artesano se conocen como “los yesos”, para después hacer el barro.


LA GUERRA POR EL VERDE
El Alfar El Carmen de Talavera de la Reina guarda entre los diseños más antiguos que conserva en su propia exposición algunas muestras de las primeras utilizaciones del color verde en la cerámica.
Desde este centro ceramista, el más antiguo que hay actualmente en la ciudad, defienden que el color verde nació de su propio alfar.
Así lo explica el director artístico de El Carmen, Juan Antonio Froilán, que señala que el color verde llega a Puente de la mano del maestro Francisco Arroyo, una de las insignias más destacadas de Talavera.
El color verde se comenzó a utilizar, según explica, en El Carmen para los aprendices. No obstante, tras la marcha de Arroyo se encuentra que El Puente del Arzobispo cuenta con una cerámica de uso, muy distinta a la talaverana, que era utilizada como elemento decorativo.
De ese modo, decide implantar el color verde en la fábrica de Pedro de la Cal, en un primer lugar, y más tarde se extenderá al resto de ceramistas de la localidad.
Por tanto, Froilán señala que desde este momento se introduce el verde y tapa el color azul, que, en realidad, era el que se empleaba en Puente de manera tradicional.
No obstante, hoy en día, la cerámica de El Puente del Arzobispo es reconocida por la utilización del color verde, una marca que pertenece ya a sus señas de identidad.
Desde la localidad defienden que el verde era empleado desde mucho antes. "Ya desde el siglo XVII hay piezas en este color", señalan.
Con ello desmienten las palabras de Froilán y se produce un choque de opiniones al respecto.